Desde una mirada tradicional a los planetas retrógrados se los ha mencionado como “maléficos”, algo que anda mal o que modifica la vivencia de la función psíquica y la enchastra.
Sin embargo, lo retrógrado para nosotras implica todo lo contrario; una función de revisión indispensable, sana y tremendamente fértil. Ahora bien, ¿Qué significa lo retrógrado? Lo retrógrado implica que una función psíquica en vez de lanzarse a la acción sin más, primero reflexiona, contempla, analiza, medita y evalúa para tomar una mejor acción.
Es el costado más ying de nuestra psique. En una cultura capitalista patriarcal e híper productiva yang en donde todo tiene que ser ya, rápido, eficiente y expulsado hacia afuera, tiene sentido que todo lo que sea del orden de lo contemplativo y de la revisión sea visto como algo malo.
Sin embargo ¿No es acaso eso lo que necesitamos? ¿Un poco más de revisión de nuestras acciones? ¿Un tiempo para parar y estar más con nosotrxs mismxs? ¿Un tiempo para revisar que es lo que deseamos y que es lo que nos hace bien?
Estamos en temporada taurina con Mercurio retro en Tauro y Venus en Géminis -ambos en recepción mutua-. ¿Comunicamos la sensación sentida en nuestro cuerpo o rápidamente queremos vomitar lo que pasa por nuestra cabeza?
Mercurio retro necesita tomarse un tiempo para responder, no apresurarse. Nos invita a encontrar otras formas de comunicar que no son las usuales, quizás mediante una canción, un poema, un mail o lo que se nos ocurra.
Es común que sintamos que no estamos fluyendo tanto con el exterior y que necesitemos estar más hacia adentro, que los vínculos cuesten un poco más de lo normal, que la comunicación no fluya o haya malentendidos. El arquetipo ermitaño puede ser más activado que nunca y está buenísimo que si así lo sentimos, podamos permitírnoslos.
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